miércoles, 21 de diciembre de 2011

The Chronicles of Melany Parker (Cap. 5) "La carta de Taylor"






Querida niña:

No sé que estoy haciendo aquí contigo, ¿tanto tiempo ha pasado ya? Solo 3 días me bastaron para darme cuenta que tu no fuiste la responsable de lo que le pasó a Ashley, tuvo que haber sido otra persona. Te ves tan inocente postrada en esa cama que me es imposible reconocer tu culpabilidad. No creo que sea justo lo que te están haciendo, tus padres no tienen la culpa de nada y por supuesto tú tampoco. Eres la última persona de la cual yo sospecharía que le hiciera eso a mi… amiga. Te diré algo: ella y yo ya no somos nada; después de que se recuperó todo cambio… empezó a culparte por todo y me manipulaba para ponerme en tu contra también. Alguna vez yo te había visto en la escuela, déjame decirte que eres una niña muy bonita, me arrepiento de no haberte hablado hasta ese terrible suceso. Si tan solo despertaras y te pudiera conocer bien estoy seguro que tendría otra perspectiva de ti de la que tiene Ashley. La sigo queriendo, pero no puedo soportar que ella me trate así y que salga con otros chicos. Sabes, no tengo la confianza para decirle eso a nadie pero contigo siento que contigo puedo contar para todo. No sé porque pero presiento que eres una persona a la cual yo podría contarle todo acerca de mi vida.
Espero que te recuperes pronto y que hablemos sobre el tema.
                                                                                       Taylor Swore

Me quedé paralizada por completo si saber qué hacer, ni decir, pero si mucho que pensar y me inundó un mar de lágrimas y comencé a llorar. Yo no merecía que Taylor me dirigiera la palabra después de lo que le hice a Ashley. Él tenía que saber la verdad; mi verdad.
Tanto tiempo había pasado ya desde aquel suceso que cambió mi vida para siempre; al día siguiente que yo desperté me dieron de alta y regresé a mi casa. Entré con un sentimiento de amargura y dolor, de tristeza y engaño, pero sobretodo de desamor. Pasé 3 días encerrada en mi habitación ya que tenía prohibido salir porque todavía no me quitaban los cargos que tenía de “Intento de asesinato en 2do grado contra la Srita. Ashley Jefferson”. Pero de alguna u otra manera debía de encontrar una salida para hablar por primera vez con Taylor, en persona, porque siempre he hablado con él en mis sueños, donde siempre me rescataba del hechizo y me daba mi primer beso…
Una semana después de que había llegado a mi casa, decidí que ese sería el día que yo me escabullase para salir de ese infierno – casa. Salí de mi cuarto y recorrí todo el pasillo hasta las escaleras de espiral que daban hacia la cocina. Recuerdo que yo solía esconderme en el almacén para que nadie me encontrara, yo jugaba con mi amigo imaginario Toad; él siempre me escuchaba cuando más me sentía sola porque mis padres no estaban. No confiaba en nadie, más que en Toad, hasta que mis padres regresaron de uno de sus muchos viajes a Italia y les conté todo lo que habíamos hecho Toad y yo, pero mi padre solamente me abofeteó diciéndome que esas eran ñoñerías y que yo estaba lo suficientemente grande como para creer en amigos imaginarios… ¿Qué rayos? ¡¡Yo solamente tenía 8 años!! 
Mi infancia careció de diversión, amigos y felicidad; todas las tardes me la pasaba jugando con Toad debajo de mi cama o en el desván, o a veces me ponía a leer novelas de más de 500 páginas; yo aprendí a leer desde muy pequeña y me encantaba la lectura aunque desde hace mucho que no he tocado un solo libro… extraño esos días cuando era niña, que aunque no tuviera amigos con quien jugar, yo no tenía ninguna preocupación por o hacia la vida; ahora mi vida es un infierno y no sé qué es mejor, estar viva o estar muerta.

domingo, 30 de octubre de 2011

The Chronicles of Melany Parker (Cap. 4)

Pasó una semana y nadie me daba una explicación clara del porque yo estaba allí. Un jueves entró la enfermera que me atendía desde el momento en que llegué al hospital:
-Melany, buenos días, te voy a dar tus medicamentos, por favor mantén tu cuerpo recostado hasta que yo levante la camilla, ¿si amor?-
Su nombre era Lucy y su tono de voz era tan dulce, y tenía unos movimientos tan delicados, siempre traía un moño rosa en la falda de su uniforme de enfermera y ella me trataba como si fuera yo su propia hija, aunque la verdad yo no sabía si ella tenía hijos. Además se veía muy joven como para ser madre aún. A mí me gustaba mucho cuando ella me venía a visitar, aun que sea para darme mis medicamentos; porque siempre llegaba con una sorpresa para mí: un osito de peluche, una tarjeta de “Recupérate pronto”, o en algunas ocasiones me iba a cantar un popurrí de canciones que yo ni si quera sabía que existían; eran canciones muy bonitas y melancólicas, pero me gustaban. Ella fue la que me contó todo, desde cómo llegué al hospital, hasta cuanto tiempo llevaba yo internada allí.
Resulta que ya iba a cumplir dos meses de estar en ese hospital… ¡¡¡NO PUEDE SER!!!
Y que me habían acusado de herir a una chica rubia de ojos azules mientras ella llamaba al 911 por una ambulancia y a la policía.  También me dijo que la herida fue una puñalada en su espalda, a la altura de su riñón izquierdo, pero que la chica había logrado sobrevivir y que por eso me tenían detenida. De pronto sentí un tirón en mi tobillo, me voltee para verlo y ahí estaban: unas esposas que brillaban como el sol al medio día y que me apretaban como las botas negras del 21 que me intenté poner cuando mi talla era 24 tratando de lograr tener la medida perfecta para comenzar a ser “linda”. Contemplé durante mucho tiempo esas cadenas, esas gloriosas cadenas que dolía traerlas puestas; no por el dolor que hacían al apretarme, si no porque no había logrado mi cometido de matar a Ashley Jefferson, y que por su culpa pasaría mucho tiempo en el correccional para menores. No valía la pena seguir estando viva, pero a la vez sí.
La rubia había estado sometida durante semanas a unas terapias para superar aquel suceso y poder retomar su “vida normal”. Eso significaba volver a usar millones de productos para el cabello, las más caras joyas y las mejores marcas de ropa; ya que durante unas pocas semanas su aspecto pasó de ser la Reina de Inglaterra, a ser una simple súbdita con pocas probabilidades de vivir. Se salvó de puro milagro, por que el cuchillo había penetrado su riñón izquierdo y había perdido mucha sangre. La persona que la salvó, ya se imaginarán, fue Taylor, mi caballero dorado, él la fue a buscar a la boutique, ya que habían quedado de verse allí y fue cuando la encontró tirada en el piso con mucha sangre sobre sí y una navaja junto a ella; era del mismo tipo de sangre que la rubia. Donó hasta que se sintió débil, ya que la amaba. ¿Por qué él no podía dejar de pensar solo en ella y comenzar a darse cuenta de que hay más personas que lo aman con locura? Creo que es porque yo fui quien la apuñaló.
¿Qué demonios hice? Ahora yo iba a ser la persona más odiada por Taylor Swore. Aquello que más alucinaba estaba pasando: ganarme el odio de mi caballero dorado y ser la peor enemiga de Ashley Jefferson. Mis pensamientos comenzaron a revolverse de nuevo, y mientras Lucy me cantaba una de esas canciones a las que yo no les encontraba sentido alguno, convulsioné otra vez, y me desmayé. Tuve un sueño profundo… un sueño hermoso. Desperté y vi a Lucy preparando algo que parecía algún tipo de medicamento:
-¿qué pasó?-le pregunté.
-Oh por Dios, no puedo creer que hayas despertado. Ya llevabas mucho tiempo durmiendo en esa cama-
-¿Cuánto tiempo exactamente?-
-desde que convulsionaste y te desmayaste la última vez, han pasado 3 semanas-.
Esto no me podía estar pasando a mí. Pero en lugar de pensar en mí le pregunté a Lucy si alguien me había ido a visitar.
-¡claro! Vinieron varias personas- me respondió.
Su respuesta me sorprendió demasiado, pero le pregunté quienes habían venido.
-dos días después de que te desmayaste vinieron tus padres, pero solo estuvieron 25 minutos ya que dijeron que tenían que hacer un viaje muy importante, y luego vino un muchacho… muy guapo, por cierto-.
¿¿¿UN MUCHACHO??? ¿Qué rayos hacía un muchacho visitándome en el hospital? Yo nunca había tenido pretendientes, su respuesta me había entusiasmado mucho pero la verdadera pregunta era ¿quién era aquel muchacho que me había ido a ver?
Tenía que averiguarlo de una forma u otra así que le pregunté directamente a Lucy:
-Lucy por favor tienes que decirme el nombre de ese muchacho… por lo que más quieras. ¡¡DIMELO!!
-¡¡Tranquilízate por favor Melany!! Nunca me dijo su nombre, pero estuvo aquí cuidándote por 3 días, creo que fue un gesto muy lindo de su parte. ¡¡Yo no sabía que tenías novio!!
-ese es el problema, es que nunca  he tenido novio. Ni siquiera un muchacho se había interesado en preguntarme mi nombre…
- ¿Enserio no tienes novio? No te creo, ese muchacho de verdad que se preocupó por ti… y te dejó esta carta. Me dijo que te la diera en cuanto despertaras.
Tome la carta entre mis manos, sentí una curiosidad tan profunda por saber que había dentro de ese sobre color blanco. Tenía escrito “para Melany” en letras cursivas; recordé a mi madre, ella siempre me dejaba notas en mi tocador para que yo las leyera… decían frases como “no tardo mi princesa” o “cuídate mi niña, regreso pronto”. Pero eso fue hace ya muchos años y el tiempo borra memorias y sin saberlo te olvidas por completo de cosas importantes que hiciste. Me perdí entre mis pensamientos y olvidé la carta; regrese al mundo real y la vi, estaba entre mis manos, con el destinatario en tinta azul: era para mí. Una carta solamente para mí…
Lucy salió de la habitación y entonces me quede sola; solamente éramos la carta y yo.
Tenía miedo de abrirla y enterarme de algo que no me gustara, pero eran más mis deseos por saber quien habría sido aquel que me estuvo cuidando durante ese tiempo. No sabía como abrirlo ¿y si lo rompía y al mismo tiempo la carta? Pero me llené de valor y la sacudí para que el papel se fuera al fondo, fue entonces cuando fui cortando la parte izquierda del sobre, con mucho cuidado…
 k

martes, 14 de junio de 2011

The Chronicles of Melany Parker (Cap. 3)

Entró al probador, con otro vestido en la mano, y salió con este puesto: era un vestido azul eléctrico tipo strapless, con un moño enorme en la parte de atrás, este de color rojo dinamita: su rojo favorito. Ella sentía que ese vestido era casi un sueño, sus tías estaban de acuerdo con ella y la dejaron llevarse el vestido, no lo tendría que pagar, ya que sus tías eran las dueñas del lugar. Pero justo antes de que saliera de esa tienda del horror, se detuvo por un instante a contemplar un hermoso vestido que le gustó más que el otro. Soltó la bolsa en donde se iba a llevar el vestido azul y fue corriendo hasta donde estaba ese otro vestido, le siguieron sus tías. Ellas tapaban mi visibilidad y yo no podía ver nada; Ashley tomó el vestido entre sus delgados brazos, yo seguía sin ver que diseño tenía aquel vestido que Ashley Jefferson había adorado más que el anterior. Entró al probador número 4, por algún motivo no pude moverme del lugar en donde estaba y aprovechar la oportunidad de que sus tías habían ido por un poco de té a la parte trasera de la tienda y Ashley se había quedado totalmente sola dentro del probador. No podía moverme… ¡¡Maldita sea!!
La blusa que traía puesta se había enredado entre los picos de un vestido muy raro de color negro; me llamó tanto la atención ese vestido que me olvidé por completo de matar a Ashley Jefferson. Cuando por fin había logrado desenredar mi blusa de ese raro vestido y estaba decidida a ir a matarla, ella estaba saliendo del probador con el vestido puesto… ¡¡¡Maldita sea!!! ¡¡¡ELLA TRAÍA PUESTO MI VESTIDO SOÑADO!!!

Aquel vestido con el que había soñado tanto, aquel vestido color amarillo brillante, descubierto de un hombro y con una enorme flor azul en la cinta del hombro cubierto…  si existía, pero ahora lo traía puesto Ashley Jefferson. En ese momento sentí rabia, coraje y envidia, era una fiesta de emociones encontradas y sentía que mi cabeza estaba a punto de explotar por culpa suya. De pronto sentí que algo tiraba de mí y una voz en mi cabeza que me decía: “vamos Melany, ahora tienes otra razón más para matarla; no importa que solamente tengas 16, todos tus sueños han sido destruidos gracias a la existencia de esta chica. ¡¡¡Mátala, mátala, mátala!!!”.
Mi cabeza empezó a dar vueltas, no sabía qué hacer, mi cuerpo no respondía como debía y de pronto ese jaloneo que sentía comenzó a torturarme de una manera que no puedo explicar con palabras. Salían palabras de mi boca, ni yo misma sabía que rayos estaba diciendo. Me desmayé.
Por un instante pensé que estaba muerta y que mi sueño de matar a la rubia de ojos azules se había ido por la cañería importada desde Europa del lujoso baño de los Jefferson. Luego de un tiempo desperté; yo estaba acostada en la cama de un hospital, no me acompañaba nadie, era de esperarse. Tenía un montón de cables alrededor de mi cabeza, quise gritar con todas mis fuerzas, pero no pude ya que un tubo atravesaba mi garganta y me impedía decir una sola palabra. Comencé a temblar y después a convulsionar; de nuevo me desmayé. Y otra vez desperté en la misma cama, pero esta vez sí estaba acompañada: mi madre llorando en una silla de madera que habían colocado a un lado de donde yo estaba, y mi padre abrazándola y pidiéndole a Dios que yo me pusiera bien y que me dejaran libre. Yo todavía no comprendía lo que estaba pasando, ¿qué rayos estaban haciendo ellos allí? ¿Por qué mi padre quería que me dejaran libre? ¿Acaso yo había logrado mi cometido? ¿Acaso dentro de mi sufrimiento yo había logrado matar a Ashley Jefferson? Eran demasiadas mis dudas, pero en vez de preocuparme tuve una sensación de bienestar.
De tan sólo pensar en eso, una sonrisa se dibujó en mis labios y la expresión de mis padres cambió: de llorosos y preocupados, a alegres pero a la vez desconcertados. Recordé que mis padres se habían ido a un “viaje de negocios” a Inglaterra.
Aun estaba yo muy débil y todavía no lograba comprender; ¿cómo fue llegué hasta este hospital? Y lo más importante ¿cuánto tiempo había pasado desde aquel momento en la boutique en la cual me desmayé?

lunes, 21 de marzo de 2011

Nueva Obseción!

Ultimamente a estado pasando sobre mi mente (y mis manos) una guitarra de juguete con botones: uno verde, otro rojo, amarillo, azul y naranja... No es una guitarra cualquiera, es un instrumento elemental para jugar... GUITAR HERO! El mejor videojuego de música jamás inventado para el hombre (y la mujer)!!!
 
Mi favorito hasta ahora es el "Guitar Hero: Leyends of Rock" Y, aunque no paso del nivel "medio", se ha convertido en una nueva obseción!!





lunes, 14 de marzo de 2011

Magic... Do you belive?

You must belive in the impossible, because the impossible will take you to the most excited adventure that'll never exist before!
You must know that if you don't belive in magic, you're not enough happy


BELIVE THAT MAGIC DOES EXIST!

Remember this forever!

Todo está pasando muy rápido, demasiados desastres naturales alrededor del mundo, y ahora Japón no fué la maldita excepción.... solo bastaron unos minutos y 8.9 grados righter para una destrucción masiva, y como si no hubiera sido suficiente le siguió un tsunami de grandes proporciones. Lo único que queda es pedir por todas las personas que están sufriendo en este momento, no importa que seamos de distinta religión, país o continente; al final solo somos unos cuantos seres humanos en este absurdo mundo que está cansado de nosotros y solamente se está desquitando llevándose vidas con él...

Let's pray for Japan!

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